La primer noche dormimos en la casa de un amigo del foro "Club Vstrom de Argentina", en la ciudad de General Roca, provincia de Rio Negro. Al atardecer del segundo día, llegamos a Esquel, en la provincia de Chubut y allí nos reunimos con otros dos integrantes del grupo que venían por otro camino. Pasaron los días, hicimos casi 1000 kms de caminos de ripio, llegamos a Calafate y de allí, sin descanso, los dos que nos habíamos adelantado al resto de los muchachos, visitamos el imponente glaciar Perito Moreno. Cuando retornábamos a Calafate una ráfaga de viento me sacó de la ruta y comencé a rodar y saltar campo traviesa hasta que la moto pegó contra una piedra y me despidió. Increíblemente, la moto no sufrió ninguna rotura y yo ningún golpe grave, pero ese momento me marcaría por el resto del viaje.
El grupo, por una cuestión de falta de experiencia de los integrantes, ansiedades y tiempos distintos, se fue desmembrando. Mientras cuatro integrantes quedaban en el Calafate un día más, dos continuamos nuestro camino cruzando a Chile por Cancha Carreta para visitar las Torres del Paine y ese mismo día, muy cansado y asustado con la experiencia de la jornada anterior, decidí quedarme en Puerto Natales mientras mi compañero seguía hacia Punta Arenas. En Puerto Natales me quedé sin comunicación telefónica y aislado totalmente de mis amigos.
El viaje lo continué solo hasta Ushuahia, atravesando vientos terribles, frío y lluvias. Después me enteraría que uno de mis amigos, Daniel, también tuvo un accidente por culpa del viento. Pero él sufrió golpes en las costillas y las muñecas así que debió regresar en avión con la compañía de uno de los muchachos.
En Ushuaia logré reunirme con mis otros tres compañeros pero fue por poco tiempo.
El viaje de regreso, por ruta 3, me llevó 4 días y debido a los fuertes vientos, de 90 o 100 kms por hora, que tuve que soportar, puedo decir que fue la experiencia más intensa y dificil que viví en mi vida.
Confluencia, paraje cercano a Bariloche:
En camino hacia Los Antiguos:
Descanso en Río Mayo:
Los primeros kilómetros de ripio, entre Río Mayo y la localidad de
Perito Moreno:
Tramo asfaltado hacia Bajo Caracoles:
En bajo Caracoles, obligatoria carga de combustible:
...y cerveza:
Auto volcado en un tramo con colchones de piedras:
Faltaban 85 kilómetros para cerrar la etapa de ese día:
Después de una jornada de casi 500 kilómetros de ripio, mi cara lo dice todo:
El Chaltén:
Llegando al Parque Nacional Los glaciares:
Glaciar Perito Moreno:
Cuando regresaba del glaciar, a unos 120 kms por hora, una fuerte ráfaga de viento me sacó de la ruta:
Había logrado aminorar la marcha a unos 40 kms por hora y estas piedras eran el último obstáculo que debía superar antes del llano de arenilla firme. Elegí el espacio entre las dos últimas de la derecha y...volé por los aires. Increíblemente, quedé atrapado abajo de la moto. Una pareja de españoles de luna de miel (Mario y Raquel) me ayudaron a salir de ese embrollo, sin un rasjuño:
Dejando El Calafate atrás, rumbo a Chile:
Torres del Paine:
Ya solo en la frontera chilena, me encuentré con un viajero que estaba recorriendo Sudamérica en un triciclo:
Llegada a Puerto Natales:
Casas típicas de esa región de Chile:
Camino al estrecho de Magallanes, un viejo barco encallado:
Pueblo abandonado:
Barcaza para atravesar el estrecho de Magallanes hacia la isla de Tierra del Fuego:
Una pareja de motociclistas (Wharton y Eva) que conocí en la barcaza. Venían recorriendo America desde Alaska:
Las nubes, el viento, la llovizna, el frío. Compañeros inseparables en los últimos días de mi aventura por el extremo sur:
Amanecer en Tolhuin, unos 100 kms antes de llegar a Ushuaia:
Esa mañana, llegando a Ushuaia:
La foto boluda que todo queremos tener:
En Ushuaia, mientras esperaba al resto de mis compañeros, me encontré en un resto-bar con Wharton y Eva. Con ellos se encontraba un chileno que también estaba finalizando su viaje desde Alaska. La foto es mala, pero sirve para documentar el momento:
El último día en Ushuaia y ya junto a los muchachos, nos dirigimos a Bahía Lapataia (yo ya lo había hecho el día anterior), para sacarnos las fotos "obligatorias" de ese momento único:
