Por estas tierras, en junio el frio se siente terriblemente y no es aconsejable salir desabrigado. Es imprescindible protegerse bien las manos y el cuerpo para no sufrir el rigor del invierno cuando se sale a la ruta. Por suerte existen prendas de última generación que son suaves, livianas y calentitas para que podamos disfrutar de la ruta sin que nos importe demasiado la temperatura que nos rodea.
Esta foto es un claro ejemplo de lo antes expuesto.
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