Antes de realizar un viaje más o menos largo, todos nos hemos preguntado alguna vez, qué moto nos conviene. Hay grandes motos como las BMW GS 1150 y sus sucesoras las GS 1200 que tienen una gran tradición viajera y son el anhelo de muchos pero accesibles para unos pocos. Estas son motos con motores potentes y un sinfín de artilugios tecnológicos que resultan atractivos para muchas personas y son la referencia para esta actividad. Pero, desde mi punto de vista, el aspecto más importante que juega a favor en la elección de estas bestias, es que la marca está presente en una gran cantidad de países y brinda el mejor servicio mecánico en lo que a vehículos de dos ruedas se refiere. Sin embargo, al ser tan grandes y pesadas, el acceso a caminos "difíciles" y el manejo en situaciones de riesgo ( por ej: trepadas pronunciadas, descensos sobre suelo mojado, rodar sobre arenales y barro, estacionamiento en lugares escarpados, etc) las hace solo aptas para motociclistas de físico grande y con una gran capacidad y experiencia en el manejo. Desde mi punto de vista, resultan mucho más prácticas sus hermanas "menores" de 800 cc. En esta categoría media que va de los 600 a los 800 cc hay una oferta importante de motos. A las ya nombradas BMW de 800, también podemos añadir las Honda Transalp, Kawasaki KLR 650, Vtrom 650, Yamaha Tenere y la BMW GS 650. Sin embargo, infinidad de motociclistas se embarcan en viajes larguísimos con motos muy pequeñas que tienen un costo de mantenimiento muy bajo, el gasto de combustible es ínfimo y posibilitan el acceso a toda clase de terrenos sin mayores contratiempos. En caso de roturas o desperfectos mecánicos, se pueden reparar sin grandes costos ni complicaciones. Los viajes con estas motos pueden ser maravillosos, solo se necesita más tiempo para realizarlos. Gustavo Cilsar y su novia Elke, saben de qué hablo. Dieron la vuelta al mundo en dos Yamahas 125. Acá va el link a la web de ellos y algunas fotos:
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