El último fin de semana, hizo mucho frío pero igualmente, no nos quitó -a mis amigos y a mi- las ganas de motear.
El sábado fuimos con Marcelo y Raúl a Tomás Jofré, pintoresco pueblo gastronómico vecino a Mercedes.
Para la ocasión, Marcelo montó la Honda Titán, Raúl su Yamaha 125 y yo, la Honda Twister 250 (la Piccolina). Tardamos un buen rato en llegar porque viajamos a menos de 100 kilómetros por hora y una vez allí, nos instalamos en una bonita casa de té para degustar algunas delicatessens.
Antes de las seis de la tarde, enmprendimos el regreso y los últimos cincuenta kilómetros estuvieron frescos, frescos. Pero sarna con gusto no pica.
El domingo, Marcelo montó la Royal 500 y yo "La Vedette" y fuimos un rato a la laguna de Junín. Allí encontramos un conocido que, hace unos pocos días compró una Virago 535 del '94 muy linda. El hombre, felíz de la vida.
Acá algunas fotos:
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